TÓXICOS EN LOS DESODORANTES CONVENCIOANLES CON LA DRA. ODILE FERNÁNDEZ

Gracias a la ponencia de la Dra. Odile Fernández, hoy os podemos traer este post tan interesante que habla de los tóxicos de los desodorantes convencionales.

Los desodorantes convencionales,  como bien nos advierte la Dra. Odile Fernández, médico de familia y superviviente de cáncer de ovario, pueden ser una fuente de sustancias tóxicas que ponen en riesgo nuestra salud. Confirma que las investigaciones estiman que gran parte de los cánceres hormonodependientes están estrechamente relacionados con sustancias perjudiciales presentes en productos de cosmética convencional. En su presentación, nos ofrece una visión detallada de por qué debemos prestar especial atención a estos productos y optar por alternativas naturales y saludables. 

FUNCIONES DE UN DESODORANTE

Los desodorantes son productos de uso diario diseñados para controlar el sudor y eliminar el mal olor. Sin embargo, no todos los desodorantes son iguales, y algunos convencionales pueden ser perjudiciales para la salud. Es por este motivo que nos advierte que si solo pudiéramos cambiar un producto de cosmética convencional por uno de natural, sin duda, debería ser el desodorante.

IMPORTANCIA DE LA PIEL COMO BARRERA PROTECTORA

La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora contra sustancias dañinas. Cuando la piel está dañada o comprometida, su capacidad para protegerse disminuye, permitiendo que sustancias tóxicas entren en el cuerpo.

Es importante recordar que la piel está llena de glándulas sudoríparas, principalmente situadas en las axilas. Existen dos tipos de glándulas:

• Glándulas ecrinas: distribuidas por todo el cuerpo y responsables de la termorregulación. Su sudoración es inodora.
• Glándulas apocrinas: localizadas en zonas concretas, como las axilas. No tienen función termorreguladora. Producen secreciones grasas, carentes de olor. Al descomponerse las secreciones apocrinas, por las bacterias de la superficie de la piel, se generan amoníaco y ácidos grasos de cadena corta que producen el fuerte olor característico.

LA IMPORTANCIA DEL SUDOR

El sudor cumple dos funciones esenciales: la termorregulación y la eliminación de toxinas. Ayuda a eliminar toxinas del cuerpo a través de las glándulas sudoríparas. Sin embargo, los desodorantes convencionales, conocidos como antitranspirantes, pueden obstruir estas glándulas y bloquear la eliminación de toxinas.

DIFERENCIAS ENTRE DESODORANTE CONVENCIONAL Y NATURAL

Los desodorantes convencionales utilizan sustancias químicas nocivas, como parabenos y ftalatos, para inhibir el crecimiento bacteriano y bloquear la sudoración. También pueden contener aluminio, que se ha relacionado con problemas de salud, incluido el Alzheimer. Por otro lado, los desodorantes naturales permiten una transpiración saludable y no contienen sustancias tóxicas.

3 INGREDIENTES A EVITAR EN UN DESODORANTE

Antes de descubrir algunos de los compuestos habituales en un desodorante convencional que deberíamos evitar en los productos de higiene diaria es importante recordar que es un disruptor endocrino.

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que tienen la capacidad de imitar o interferir con las hormonas en nuestro cuerpo, lo que puede alterar el funcionamiento normal del sistema endocrino. El sistema endocrino es responsable de regular una amplia gama de procesos biológicos, incluida la producción y liberación de hormonas que controlan funciones vitales como la reproducción, el metabolismo, la función inmunológica y el crecimiento.

La interferencia causada por los disruptores endocrinos puede tener efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente. Algunos de los posibles efectos incluyen:

1. Alteraciones hormonales: Los disruptores endocrinos pueden imitar hormonas naturales en el cuerpo o interferir con su función normal, lo que puede resultar en desequilibrios hormonales. Esto puede afectar la producción de óvulos y espermatozoides, la síntesis de hormonas como la melatonina e insulina, y los niveles de estrógenos y otras hormonas.

2. Problemas de fertilidad: La exposición a disruptores endocrinos se ha relacionado con problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres, lo que puede llevar a dificultades para concebir.

3. Obesidad: Estudios han sugerido una posible conexión entre la exposición a disruptores endocrinos y el aumento de la acumulación de grasa corporal y la obesidad.

4. Problemas tiroideos: Los disruptores endocrinos pueden afectar la función de la glándula tiroides, lo que puede dar lugar a trastornos tiroideos, como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo.

5. Cáncer: Se ha observado una asociación entre la exposición a ciertos disruptores endocrinos y un mayor riesgo de cáncer, incluyendo cáncer de mama, ovarios y testículos.

6. Efectos en la salud cardiovascular: Algunos estudios han sugerido que los disruptores endocrinos pueden tener un impacto negativo en la salud cardiovascular, aumentando el riesgo de enfermedades del corazón.

7. Efectos en la salud respiratoria, metabólica y cognitiva: Los disruptores endocrinos también pueden influir en otros sistemas y funciones del cuerpo, lo que puede dar lugar a una amplia gama de problemas de salud, incluyendo trastornos respiratorios, trastornos metabólicos como la diabetes, y problemas cognitivos.

Es importante destacar que los disruptores endocrinos son sustancias ubicuas, lo que significa que se encuentran en muchas partes de nuestro entorno, desde productos de cuidado personal y alimentos hasta el aire que respiramos. También tienen la capacidad de atravesar la placenta y pueden detectarse en la leche materna, lo que significa que pueden afectar a los fetos y a los bebés lactantes. Además, una vez que estas sustancias se acumulan en el cuerpo, pueden ser difíciles de eliminar, especialmente en los tejidos grasos.

Dada la amplia gama de efectos adversos asociados con los disruptores endocrinos, es crucial tomar medidas para reducir la exposición a estas sustancias y promover un entorno más seguro y saludable para todos. Esto incluye optar por productos de cuidado personal y alimentos que sean libres de disruptores endocrinos y respaldar políticas y regulaciones que limiten su uso en la industria.

1. Parabenos: Lamentablemente es también el segundo ingrediente más utilizado en cosmética convencional. Los parabenos son conservantes utilizados para prolongar la vida útil de los cosméticos. Se ha demostrado que tienen actividad hormonal anti-androgénica y pueden atravesar la barrera placentaria, afectando al feto y relacionándose con problemas de desarrollo y cáncer de mama. Se detectan con la siguiente nomenclatura: benzylparaben, butylparaben, ethylparaben, isobutylparaben, isopropylparaben, methylparaben o n-propylparaben.  El n-propylparaben es el que más se acumula en los tejidos mamarios y tiene una actividad estrogénica muy potente que podría relacionarlo con el cáncer de mama. De hecho, se ha detectado la presencia de este parabeno en el 99% del tejido canceroso extirpado en este tipo de cáncer. Sin duda, debería prohibirse. Si quieres saber más sobre tóxicos, la doctora recomienda el libro “Libérate de tóxicos” del Dr. Nicolás Olea. En él, el catedrático insiste en el peligro del efecto cóctel que genera la acumulación y exposición constante a sustancias perjudiciales.

2. Ftalatos: Los ftalatos son sustancias que se encuentran en fragancias y perfumes de productos cosméticos, como desodorantes. Actúan como disruptores endocrinos y se han asociado con problemas tiroideos, neurotoxicidad y partos prematuros. Se trata de compuestos capaces de mimetizar con las hormonas y por tanto actúan como disruptores endocrinos. No son fáciles de identificar ya que en el etiquetado pueden aparecer como perfume o fragancia, sin especificar la presencia de ftalatos. Algunas nomenclaturas para reconocerlos son: dietilhexilftalato (DEHP), dibutilftalato (DBP), butilbenzilftalato (DINP), diisodeciloftalato (DIDP), dinoctilftalato (DNOP),... Entre los más tóxicos, destacan el dietilhexilftalato y el dibutilftalato.

3. Aluminio: El clorhidrato de aluminio se encuentra comúnmente en desodorantes antitranspirantes y se ha relacionado con el Alzheimer y el cáncer de mama. Puede actuar como un disruptor endocrino y modificar el ADN.

Datos de interés:

• La mayoría de tumores de mamá se detectan en el cuadrante superior externo. Zona de aplicación de los desodorantes.
• Suiza estudia la prohibición del clorhidrato de aluminio por su relación con el cáncer de mama.

Con todo, los llamados desodorantes antitranspirantes con el astringente clorhidrato de aluminio (Aluminium Chloride) deberían evitarse siempre, no solo por su toxicidad, también por su acción bloqueante de la sudoración.

¿Qué hay de las sales de aluminio naturales?

Las sales de aluminio naturales, como la piedra de alumbre (también conocida como Potassium Alum o alumbre de potasio), son una alternativa a las sales de aluminio sintéticas que se encuentran comúnmente en desodorantes convencionales, especialmente en los antitranspirantes. La diferencia clave radica en que las sales de aluminio naturales no conllevan los efectos negativos asociados con el clorhidrato de aluminio, que es una forma sintética de aluminio utilizada en muchos productos de cuidado personal.

Las sales de aluminio naturales se obtienen de fuentes minerales y se han utilizado durante siglos con fines desodorantes debido a sus propiedades antibacterianas. Estas sales funcionan creando una capa delgada en la superficie de la piel que inhibe el crecimiento de bacterias responsables del mal olor corporal, sin bloquear por completo las glándulas sudoríparas ni interferir con el proceso natural de sudoración.

Algunos desodorantes naturales optan por utilizar piedra de alumbre como ingrediente activo precisamente porque no está relacionada con los efectos negativos del aluminio sintético. 

ALTERNATIVAS MÁS SALUDABLES

La Dra. Odile Fernández recomienda optar por desodorantes certificados como ecológicos y naturales, libres de toxinas como el aluminio, parabenos y ftalatos. Estos desodorantes utilizan ingredientes naturales, como arcillas, aceites esenciales y extractos de plantas, para controlar el olor y permiten una transpiración saludable.

En resumen, la elección de un desodorante natural y libre de tóxicos es esencial para mantener nuestra salud. Los desodorantes convencionales pueden contener sustancias dañinas que afectan a nuestra salud y al medio ambiente. Optar por desodorantes naturales certificados es una forma efectiva de proteger nuestra piel y nuestro bienestar general. ¡Cuida tu salud y elige productos de cuidado personal conscientes!

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