Elaborada con Caléndula, Rosa Mosqueta, Manteca de Karité ecológica y extractos vegetales regenerantes de Tepezcohuite y Centella Asiática.
Caléndula
La Caléndula es una planta también conocida como la flor de las maravillas. Se usa en la medicina natural desde hace siglos, pero es realmente sobre la piel donde más destacan sus virtudes. Los estudios realizados sobre las propiedades de esta planta confirman que la Caléndula tiene efectos curativos frente a irritaciones de la piel, enrojecimientos, inflamaciones, dermatosis y que se puede utilizar para aliviar eccemas, psoriasis, picores e irritaciones. Además su extraordinario aroma nos fascina, por eso la incluímos en muchas de nuestras composiciones.
Rosa Mosqueta
La Rosa Mosqueta es el regenerador dérmico natural más poderoso que existe. Se utiliza para tratar las arrugas, combatir las estrías y en el tratamiento de cicatrices. Su uso diario regenera y nutre la piel previniendo su envejecimiento.
Nuestro aceite 100% puro de rosa mosqueta proviene de la agricultura ecológica de los Andes. Este tipo de cultivo garantiza el máximo porcentaje en principios activos, una mejor efectividad y unos resultados visibles en muy poco tiempo.
De las semillas del fruto, las cuales constituyen hasta un 70% de su peso, se obtiene un aceite que posee pequeñas cantidades de ácidotransretinoico, sustancia que permite la recuperación de la piel atrofiada por causas externas o internas, ya que aumenta la capacidad regeneradora de la piel.
Si nos aplicamos diariamente cosméticos que contengan aceite 100% puro de rosa mosqueta ecológico, tu piel se volverá más joven, recuperando su elasticidad natural.
El aceite Rosa Mosqueta que utilizamos en nuestras fórmulas procede de la agricultura ecológica certificado por Ecocert.
Manteca de Karité
El árbol del Karité nace salvaje en varios países de África: Senegal, Gambia, Nigeria, Mali y Burkina Faso. Está considerado como un árbol sagrado y sus frutos sólo pueden ser recolectados por las mujeres. Estas elaboran la Manteca, recogiendo y lavando las nueces de karité para triturarlas, tostarlas y molerlas hasta obtener una pasta. Esta pasta se calienta lentamente para retirar las impurezas a baja temperatura, para no perder sus propiedades y por último se filtra repetidas veces en agua.
Utilizamos la manteca de karité ecológica en muchos de nuestros cosméticos y productos de higiene por la cantidad de propiedades beneficiosas que tiene para la piel y el cabello.
Es un regenerador celular que puede ser aplicado en cualquier parte del cuerpo aportando muchos beneficios gracias a su alto contenido en insaponificables (del 12 al 18%), que son fundamentales para mejorar la tonicidad de la piel, mantener su elasticidad y regenerarla.
También es muy rico en vitaminas A y E, que hidratan y calman la piel, y vitamina F que revitaliza. Nos proporciona una dosis natural de colágeno que lucha contra los signos de envejecimiento; arrugas e imperfecciones de nuestra piel.
La Manteca del Karité, pese a su aspecto graso, no es comedogénica (no produce granitos) por lo que es ideal para el cuidado de todo tipo de pieles, desde las más sensibles a las más grasas.
Desde un grave problema como el SQM (síndrome químico múltiple), eccemas, rojeces o simplemente, que no es poco, tener una piel y un cabello natural, sano, hidratado y bonito el karité es un perfecto aliado para ello.
Es totalmente natural y todo el mundo la puede usar, desde bebés hasta ancianos, aplicándose sobre el rostro y el cuerpo, en manos, codos, pies, rodillas, labios y zonas íntimas.